By Renatto Martinelli
Me encuentro en medio del circulo de la vida. Miro hacia atrás y veo el apasionado joven, lleno de inquietudes y sueños que se encontró con la cocina en forma de revelación a los 17 años. Estaba cansado, con las manos cortadas y los brazos quemados, pero feliz. Pensé que era masoquista, comenzaba a disfrutar de curar las heridas que este oficio prometía. Esa madrugada, fumando un cigarrillo, después de 12 horas de mucho trabajo, sentado fuera de una casa abandonada sobre un banco de piedra tuve una revelación, llego una visión, mis abuelos, el campo, de repente me encontraba entre las ollas, mirando la mesada donde se hacia el pan y la pasta, miraba la mesa desde abajo. Cae la harina, y el olor al tuco de gallina que hace mi abuelo allá por el antiguo rancho en la lejana Villa Soriano. Esa fue la noche inolvidable, la certeza se hizo presente y tomé la decisión de enfocarme por completo al noble oficio de la cocina.
Luego de 25 años de compromiso vistiendo una casaca blanca la pasión continúa intacta, y me siento afortunado de ser parte de una familia de oficio noble.
En este tiempo viajé por poblados, ciudades y destinos diversos, dentro y fuera del país. El oficio me llevó a conocer distintas culturas, alimentos, formas de comer y pensar.
Elegí hace mucho ser un «ser humano». Digo esto porque entiendo que todos tenemos el potencial de poder serlo, pero para lograrlo debemos elegirlo. Entender que somos parte de este sistema y estamos involucrados en un delicado equilibrio con la naturaleza. Hoy sé que hay muchas formas de alimentarse. Alimentamos la mente, desde que abrimos los ojos, alimentamos el alma y alimentamos el cuerpo. Entendernos como un sistema complejo y súper eficiente es entender que debemos alimentarnos de forma consciente.
«Cocinar es un equilibrio entre paciencia, intuición y conocimiento, pero también es dedicación con intención, para imprimirle a la receta el espíritu que la convierte en experiencia. La mejor forma de ofrecer respeto por los dones que la tierra nos brinda es disfrutar de la creación y que la transformación se convierta en una síntesis de vitalidad y sensualidad»
Mi profesión me llevó a trabajar en multitudinarios equipos, con desafíos enormes y tecnología de vanguardia, pero también me hizo recolectar hierbas, frutos y flores por los montes, en orillas de ríos y en la pradera. Pude agasajar a príncipes y mendigos, cocinar y comer con ellos. De todos aprendí algo y en todos me reconozco.
Esta página promete llevarnos por un viaje en libertad por los caminos misteriosos de la vida. Habrán recetas y alimentos para cada uno de tus apetitos. Intentaremos recuperar la memoria juntos y traerla con respeto y cuidado muy cerca, para que puedas llenarte de ella. Veremos recetas clásicas y antiguas, pero también vanguardistas, algunos en un estado de fusión, otros en su forma prístina.
Ojala disfrutes el encuentro y podamos crecer juntos, comunicarnos e intercambiar ideas
Estar en México no es solo entrar a un país, es ingresar a un espacio sin tiempo, donde el antepasado se funde con lo místico, el ritual, con la vida y la muerte, la fiesta y los mariachis y los choquecitos del zócalo conviven en un caos magistralmente hilvanado que no repara en detalles con las virtudes de su pueblo y su exuberante gastronomía.
Siempre un placer leerlo !!! Cada receta nos recuerda momentos únicos en la vida, gracias Renatto por compartir tu legado.
Muchas gracias Valeria por tu comentario. Recién comenzó esta etapa del sitio y las aulas virtuales, pero de a poco iré subiendo videos en los talleres, algunos podcast con invitados, etc. Te sugiero que te unas al grupo para estar al tanto de novedades, información que compartiré, libros, etc. Muchas gracias por tu tiempo y quedo atento a tus comentarios. Recibe mis saludos!!!